Cecilia Arditto Delsoglio

Post Term: low-tech

I love you too

                       Alu

Acabo de terminar una primera versión de I love you, una obra para flauta y guitarra que interpretarán Alu Montorfano y Yayo Orias Diz, dos compatriotas que viven en España y Francia, respectivamente. Yo estoy en Alemania.
Es una obra para flauta y guitarra en vivo, tape, diapositivas y mi fetiche de estos últimos años, un ventilador. Es una obra que me gusta muchísimo. Pensaba hacer una versión para video también, sobre todo pensando en los viajes que necesariamente tenemos que hacer los tres para poder tocar la obra, que incluye traslados low-cost por avión. Pero una conversación de medio minuto con Alu me convenció de seguir por la vía análoga.

Esta situación me recuerda una anécdota de la familia de mi papá, allá lejos y hace tiempo en Tandil, provincia de Buenos Aires. Mi abuela Estela, nacida en 1902, quedó viuda muy joven, a cargo de tres hijos. De procedencia muy humilde, hija de inmigrantes vasco franceses, sacó a la familia adelante gracias a una maquina de coser Singer que le regaló Evita. En una línea histórica que empieza en esa máquina de coser, mi papá pudo estudiar en la universidad y recibirse de contador. Tema para otro día.

Durante mi primera infancia visitábamos a mi abuela en Tandil. Su modesta casa, la misma que le había dado Evita, todavía en ese entonces no tenía baño. Tenían un cuartito en el jardín, parecido al baño de la familia Ingalls, sin agua corriente. Llenaban baldes de agua lluvia, previamente almacenados en un gran tanque, para mantenerlo aseado. No había ducha tampoco. Nos aseábamos en la pileta del galpón con baldes y una manguera.

             Yayo

En un momento dado,  llego el progreso y construyeron un baño dentro de la casa, con azulejos negros. El baño era tan lindo, que no lo querían usar para no ensuciarlo, sobre todo la ducha.  Recuerdo en verano (y no tanto!), que nos bañábamos en el patio a baldazo limpio para no ensuciar los azulejos.  ¡Nos encantaba! Me atrevo decir que era feliz ¡así nomás!

¡Perdón familia querida por usarlos de anécdota para explicar mis cosillas con la música y ventilar sus intimidades! Me acorde de esa historia hoy cuando hablaba con Alu y volvimos al mundo antiguo, conocido y amable de lo análogo, de los procesos visibles, donde una cosa está atrás de la otra y ocupan lugar, tiempo y volumen.

 

Pin y pon

Hace años que estoy fascinada por la obra de Schumann. Amor que viene inspirado por  Gerardo Gandini, hermoso filtro porteño de Schumann y de mis balbuceos intermitentes en el piano allá lejos.
La vida, me pone en Düsseldorf por un año, como un pin y pon en un mapa extenso, y caigo en el tablero junto con otra ficha querida, que es mi deseo de escribir un concierto para piano y tocadiscos basado en Schumann.
Schumann vivió en Düsseldorf y hay un archivo sobre su obra en la ciudad. Es un buen lugar para escribir esta pieza. Tengo el espacio y el tiempo. Tenía ya ganas. No había planeado nada y las cosas no podrían encajar mejor. Es así como una empieza a pensar en la mano gigante que te mueve en el tablero del mundo y otras fantasías deterministas por el estilo.
Cuando no estoy demasiado ocupada planeando mi vida las cosas suceden solas. La vida es loca, si lo sabría Schumann.

Allá vamos.  Bis bald!

fotos de Edu Fernández

Muziek als ranchou

Con Maria Noel Dourron, a cargo de la puesta en escena de nuestro concierto Muziek als licht, transportando parte de la escenografía en el tren. Nos hicimos un pequeño livingcito en el vagón, con espejo y mesita incluida.
Siempre decimos que va a ser la última vez, pero… ¡la audiencia ocasional, encantada! Por lo menos no nos cobraron una multa, ja ja!

¡Viva la música!

Un videito casero para todos mis amigos en su día. Una hermosa canción holandesa sobre el amor y los trenes que dice:

Ayer nos dimos el primer beso, y me encantó,
pero estaba preocupado pensando en que se me iba el último tren…
trula, trula, trulalá…
si estoy mucho tiempo contigo pierdo el último tren…

Los quiero, amigos, pero el horario del tren no se negocia! trulalaclip

 

El color en sí

Los aparatos simples nos conectan con las cosas esenciales. Los proyectores nos acercan más al color en sí y a la luz en sí.

 Mi estudio en Diemen – luz del sol

The cacharros in my life

Estoy trabajando con recursos atractivos para la nueva obra que estoy escribiendo: grabadores, micrófonos de juguetes, latas, etc.
Pero a pesar de la contingencia de las cosas, todo se trata solamente de la música: del fraseo, de la respiración, del ritmo, de la forma… sobre todo de la forma.
Y los cacharros son, al igual que los instrumentos sofisticados, todos secundarios.

Rebobinar

Mi estudio en Diemen, Holanda

La grabación casera tiene condición de inmediatez. En los 60, John Cage lleva la tecnología hogareña a la situación de concierto para romper las estructuras académicas. Hoy estos aparatos tienen más que ver con el descarte, los desechos de la sociedad de consumo. En los 60 un tocadiscos representaba el futuro y el progreso; hoy, lo obsoleto, descartado por la sociedad de consumo.

Los apartaos en combinación con los instrumentos en vivo presentan dos mundos, el nuestro, el mundo acústico cotidiano y el de atrás del espejo representado por las grabaciones. Mas alla de la historicidad de aparatos e instrumentos, el tema de los duplicados es universal. En mi m’usica me gusta que en los tapes se escuchen los mismos instrumentos presentados en vivo, los mismos intérpretes, las mismas voces, los mismos clics: los rebotes de lo mismo en el espejo de la cinta.

En mis últimos trabajos me interesa no sólo reproducir situaciones del pasado inmediato de la obra en vivo, sino mostrar su backstage, lo que generalmente se invisibiliza (contar, solfear, repetir, equivocarse).

Los grabadores son máquinas del tiempo. Rebobinamos un poco más y nos encontramos con los sonidos de infancia, o mejor dicho, con su parlante, ese gran filtro lleno de música en si mismo.