Cecilia Arditto Delsoglio

Todo lo que no

Parafraseando a Abel… Como decía en el post anterior, es difícil hacer música de una fórmula. Me quede pensando en el por qué del no y me vino un pensamiento creo interesante para compartir.

Uno de los problemas de la música es cuando responde a una sola lógica. Una pieza que está basada en una única idea es como un microorganismo construido a partir de un solo rasgo. Creo que para seguir con el razonamiento de las fórmulas, una pieza de música debe tener más de una lógica, más de una razón de ser. Pero tampoco muchas, sino se vuelve incomprensible.
La combinación de esas distintas lógicas es lo que hace a la pieza un organismo vivo y único.

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Todo lo que no

Todo lo que no es el nombre del exámen final de composición de mi amigo Abel Paul llevado a cabo en el Conservatorio de Ámsterdam (24/05/07)
El concierto fue la presentación del escritorio de un compositor, el escritorio de Abel. Se escucharon borradores, estudios, trozos de pieza desechados, bosquejos, así como también algunas piezas acabadas, como la pieza para ensamble de cámara y soprano que paradójicamente lleva el nombre Unfinished.
El concepto de inacabado se hizo presente de maneras diferentes. En Mecánica de vuelo una pieza para piano (en realidad para pianista), el intérprete desliza sus manos sobre el teclado pulsando solo algunas de las tantas notas que están escritas en la partitura; el tocar del pianista es constante, mientras que el sonido eventualmente se escucha o no.
Otro de los temas presentes en este cuaderno de compositor fue la reflexión sobre el adentro y el afuera de una obra, presentadas como contrapartidas inseparables a la manera de un bajo relieve: adentro y afuera de la tradición, adentro y afuera del escenario, tocar adentro y afuera de los instrumentos musicales, adentro y afuera del rango audible, adentro y afuera de lo que es una obra terminada.
El afuera de la música presente en  los sonidos involuntarios de aire de los vientos, el ruido de los arcos de los violines, el sonido de los pedales del piano, se contraponen a las cuidadas texturas instrumentales desde el adentro del instituido mundo clásico. Lo voluntario y lo involuntario, ambos fueron compuestos por Abel.
El adentro y el afuera como categorías se reflejaron también en forma explícita en la puesta escénica: un grupo de músicos en bambalinas en diálogo con un grupo tocando en escena crearon nuevas relaciones gramaticales entre los instrumentistas: visible/invisible, lejos/cerca, fuente /eco, nítido/borroso.

¿Vacío el adorno o adorno el vacío? es el sugestivo título de una de las piezas para ensamble presentadas en este concierto/manifiesto.
Todo lo que no es a la vez un museo de antropología: un lugar donde encontrar obras inacabadas, fragmentos de cosas en proceso de composición o tal vez de extinción.

Todos estos fragmentos se terminarían de ensamblar con la percepción de cada persona de la audiencia, parte última e íntima del proceso de la obra.

http://www.abelpaul.net/index.htm

 

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